El pasado 22 de febrero Stephan cumplió veintiocho años. Ese día lo dedicó al trabajo. «Ya habrá momento para celebrar — dice —. Toca enseriar la vida». Partió hace diez años a Madrid donde estudió administración de empresas en el IE University. En la capital española trabajó para multinacionales, como al filial ibérica de Hilti Group, donde pasó por las áreas de ventas, créditos, contabilidad y finanzas. «Eso es lo que quería, aprender de las grandes corporaciones», manifiesta. Hace más de un año regresó al Perú y quiere dejar huella en el país.
Su hermana melliza, la famosa Carolina Braedt, es su role model; es su emprendedora favorita junto con Bezos o Musk. Carolina lo inspiró a incursionar en el Airbnb y en las redes sociales. «Las redes son la mejor herramienta auxiliar a cualquier emprendimiento. Pero son un cuchillo de doble filo: puedes ganar comunidad o tener el mundo en contra en un solo día», apunta.
En sus cuentas Stephan es un motivador; su mensaje es el #haz, con el que impulsa a sus seguidores a dar ese primer paso para emprender. Stephan, en esencia deportista y competidor, correrá las 42K de la Maratón de Londres en abril de este año, seleccionado entre los 49 mil que participarán de la carrera. Solo «hago y avanzo» dice.
«De nada sirve estar ofuscado en el escritorio buscando opciones en LinkedIn. Las oportunidades están saliendo a la calle», recomienda.
Aún recuerda la voz de su padre, quien falleció cuando él apenas tenía 17 años, diciéndole: hagas lo que hagas, hazlo bien. Y eso es lo que trata: romperla en todo lo que emprende.
